Nos dirigimos a ustedes a raíz de la reciente nota de prensa emitida por Tele13, que expone una situación que nos afecta tanto a Fundación Mis Amigos como a otras organizaciones que trabajan con niños cuyos derechos han sido vulnerados.
Queremos aprovechar esta instancia para visibilizar una problemática profunda que afecta a todo el sistema de protección de la niñez en Chile.
Desde sus inicios, el único propósito de Fundación Mis Amigos ha sido entregar un hogar seguro, acogedor y digno a los niños que por diversos motivos han debido ser derivados a la fundación. Cada día, nuestro equipo de profesionales trabaja con una dedicación inquebrantable para sanar heridas y construir un futuro de esperanza para los niños que han sufrido la vulneración de sus derechos.
La nota de prensa destaca la detención de nuestro director, Señor Luis Ortúzar, por negarse a recibir a un nuevo niño en la residencia.
Es fundamental comprender el contexto detrás de esta drástica decisión.
Nuestro hogar tiene una capacidad oficial máxima para acoger a 24 niños. Sin embargo, debido a continuas órdenes judiciales y derivaciones del Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, al momento de los hechos ya albergábamos a 31 niños, excediendo nuestra capacidad de atención en un 30%. Esta sobrepoblación no es una elección, sino una consecuencia directa de un sistema que se encuentra sobrepasado y que no funciona adecuadamente.
La falta de cupos en otras residencias, el cierre de centros y la carencia de programas especializados han generado una presión insostenible sobre instituciones como la nuestra.
Trabajar en estas condiciones lleva al límite a nuestro personal y si no hubiéramos tomado una posición firme por la defensa digna de los niños a nuestro cuidado, pondríamos en riesgo la calidad de la atención personalizada y el ambiente de bienestar que cada niño merece y necesita para su desarrollo, al mismo tiempo pondríamos un riesgo de salud laboral grave a nuestro personal.
La decisión de no admitir un nuevo ingreso no fue un acto de rechazo hacia un niño, sino la manera de poner un límite que precisamente permite entregar cuidado digno y la atención, apoyo emocional y psicológico necesario a cada niño.
No podemos, en conciencia, seguir aceptando niños por órdenes judiciales, si no podemos garantizarles las condiciones de seguridad, cuidado y afecto que la ley y nuestra propia misión nos exigen.
Lamentamos profundamente la detención de nuestro director, quien actuó defendiendo el interés superior de los niños a su cargo.
Este evento es un síntoma alarmante de una crisis sistémica que requiere una respuesta urgente y coordinada de todas las autoridades competentes.
Desatender la actual crisis de manera integral, entregando a nuestra sociedad completa una mirada de cuidado, de fortalecimiento de los principios éticos y morales, implica seguir cayendo en un espiral que sólo seguirá destruyendo a los niños que constituyen el futuro de nuestra patria,
Hacemos un llamado a nuestros gobernantes para que se aborde con seriedad la urgente falta de plazas residenciales, la necesidad de fortalecer los programas de apoyo a las familias y la urgencia de dotar al sistema de los recursos necesarios para funcionar adecuadamente.
Reafirmamos nuestro compromiso inalterable con cada uno de los niños de la fundación.
Seguiremos luchando incansablemente por su bienestar y alzando la voz para que la protección de la niñez sea una verdadera prioridad nacional.
Agradecemos su continuo apoyo y comprensión.
Atentamente,
Directorio de Fundación Mis Amigos
